La agencia argentina Télam entrevista al autor de ‘Adiós, historia, adiós’.

Manuel Cruz, autor de Adiós, historia, adiós, Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2012, y catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Barcelona, ha sido entrevistado por la agencia nacional de noticias argentina Télam para indagar más a fondo en sus teorías en torno a la visión del pasado y cómo nos vemos reflejados como sociedad en él.

Cruz argumenta que uno de los rasgos más característicos de nuestro tiempo es que «nos desentendemos de la historia como fuente de lecciones, como fuente de conocimiento que ilumine nuestro presente y permita proyectarnos hacia el futuro». El filósofo habla también de las relaciones amorosas y su influencia incluso económica. «El enamorado incumple desde todos los puntos de vista el ideal hiperproductivo e hiperconsumidor», sentencia.

Adiós, historia, adiós’, que recibió el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos en el año 2012, nos recuerda que una de las características más destacadas del momento actual la constituye precisamente el convencimiento generalizado de que el recurso a la historia ya no ilumina nuestro presente. El estudio intenta analizar las causas por las que ello ha podido ocurrir. Porque, en efecto, no hemos llegado a un escenario así por casualidad, ni, menos aún, como resultado de ninguna fatalidad o destino. En cierto modo incluso podríamos decir que constituye un desenlace previsible de la confluencia de un esquema mental con el que abordar lo humano, el diseñado por la Modernidad, y las transformaciones que ha ido sufriendo nuestra sociedad en los planos social, económico y político en las últimas décadas.

El proyecto moderno nace con el desarrollo del modo de producción capitalista y lo ha acompañado en sus cambios hasta el presente. Ambos han sufrido su propia evolución, que no siempre ha ido acompasada. El ideal ilustrado acabó dando lugar a patologías en el plano del discurso político que finalmente han quedado asociadas al siglo XX mismo. Por su parte, el modelo de crecimiento económico y de producción de riqueza ha ido adoptando una deriva tal, que ahora se diría que precisamente él constituye la causa de buena parte de los males que nos asolan. En definitiva: ni estamos donde esperábamos, ni somos como (¿o quiénes?) creíamos podría ser la forma de resumir la percepción que en esta época tenemos de nosotros mismos y del lugar en que hemos ido a desembocar. De ahí a afirmar que no hemos aprendido nada de la historia o, peor aún, a sostener que la historia nada puede enseñarnos no hay más que un paso que la presente obra intenta mostrar que ya hemos empezado a dar.

Leer la entrevista completa

Telam

 

Deja un comentario